¿Quién no recuerda alguna historia leída por nuestros padres o por nosotros mismos de pequeños? Nos hace recordar la edad de la inocencia, en que la vida parecía más simple que ahora, imaginar que con un abracadabra o con una lámpara mágica se resolverían todos nuestros problemas; esas obras fantásticas quedarán guardadas por siempre en nuestra memoria. Creo que para comenzar a redactar este blog, les mostraré los libros que de niña fueron mis favoritos y que me enseñaron el gusto por la literatura...